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PROGRAMA DE SALUD RENAL

El primer paso es estar en control con nefrólogo. En muchas instituciones públicas y privadas hay un Programa de Salud Renal para realizar una asistencia sistematizada a las personas con Enfermedad Renal Crónica.

Es un programa desarrollado por el Fondo Nacional de Recursos, el Ministerio de Salud Pública, la Cátedra de Nefrología y la Sociedad Uruguaya de Nefrología. Se lleva a cabo en una parte importante del país, y su objetivo es prevenir la aparición de la enfermedad renal y evitar que progrese en aquellos casos en que ya está instalada.  Para ello se facilita el acceso a la atención nefrológica y se garantiza la medicación nefroprotectora.

Si usted padece de diabetes, hipertensión arterial o es mayor de 65 años o tiene familiares directos en diálisis debe consultar a su médico, que con un simple examen de sangre y orina establece si tiene enfermedad renal o no. Si la enfermedad renal se confirma, será derivado a un nefrólogo quien lo ingresará en el programa de salud renal.

En Montevideo participan las siguientes mutualistas: CASMU, ASOCIACION ESPAÑOLA, CASA DE GALICIA, UNIVERSAL, SMI IMPASA, COSEM y MEDICA URUGUAYA, CIRCULO CATOLICO.

En el interior: AMECOM, AMSJ, CAMEDUR, CAMDEL, CAMOC, CASMER, COMECA, COMEPA, COMEF, COMERI, COMTA, COMERO y ORAMECO.

ASSE también forma parte del programa.

La enfermedad renal es silenciosa y solo da síntomas en las etapas tardías. De este modo, resulta fundamental estudiar los grupos de población de mayor riesgo para descubrirla tempranamente. Éstos son: los diabéticos, hipertensos, mayores de 65 años y portadores de enfermedad cardiovascular o con dificultad para orinar.

Se puede detectar en etapas tempranas a través de las siguientes maneras:
–    Examen de orina: muestra elementos anormales como albúmina, glóbulos rojos, leucocitos o cristales.
–       Creatinina: un sencillo estudio de sangre que permite estimar a partir de la edad y el sexo del paciente el filtrado glomerular que es una forma fiel de estimar la funcionalidad renal.
–    Ecografía del aparato urinario: permite ver si hay obstrucción en la vía urinaria, si hay cálculos y cuál es el tamaño de los riñones.
–    Biopsia renal: permite mirar al microscopio una muestra del riñón y conocer la enfermedad.

La enfermedad renal puede ser aguda, (que puede curarse en forma completa con el tratamiento médico), o crónica, cuando las alteraciones duran más de tres meses. En este último caso, puede detenerse con tratamiento médico. Además, el control con el especialista en riñones (nefrólogo) mejora el pronóstico de la enfermedad.

La ERC se clasifica en 5 etapas de gravedad creciente independientemente de la causa que le dio origen:
–    Etapa I: se manifiesta por la presencia de proteínas en el examen de orina o por el hallazgo de alguna anormalidad en la ecografía o en la biopsia renal. Pero el Filtrado Glomerular (link FG) es normal (mayor de 90 ml/min).
–    Etapa II: es similar a la anterior pero el FG cae levemente (60 a 89 ml/min).
–    Etapa III: es cuando el FG desciende a valores de 30 a 59 ml/min y ya se puede hablar de Insuficiencia Renal. En esta etapa comienzan algunas alteraciones del medio interno y de hormonas que se manifiestan en los análisis de laboratorio.
–    Etapa IV es cuando el FG cae por debajo de 30 ml/min y se considera esta etapa como de insuficiencia renal avanzada. El paciente puede estar sin síntomas o puede comenzar a manifestar anemia, trastornos del apetito, cansancio, falta de aire, picazón en el cuerpo, hipo, temblores musculares, calambres, náuseas y vómitos. La orina se mantiene pero es “clara” parecida al agua y debe levantarse de noche a orinar.
–    Etapa V es cuando el FG es menor de 15 ml/min, se agravan los síntomas anteriormente mencionados y el paciente para vivir requiere diálisis o trasplante renal.

Un importante número de enfermedades pueden afectar el riñón. Las más importantes y frecuentes son:
–    Diabetes: puede producir daño renal cuando el control de la glucosa es malo y si esta alteración persiste por años. La primera manifestación es la aparición de pequeñas cantidades de albúmina en la orina (microalbuminuria). Si la enfermedad progresa, la pérdida de proteínas urinaria se hace más importante y esto puede ocasionar edemas o hinchazón en todo el cuerpo. Con el tiempo puede llevar a insuficiencia renal y necesidad de diálisis.
–    Hipertensión Arterial: es una causa común de insuficiencia renal ya que afecta a las arterias renales progresivamente y disminuye la llegada de sangre. Cuanto más elevada es la presión arterial, mayor es el riesgo de enfermedad renal.
–    Obstrucción de la vía urinaria: es frecuente causa de insuficiencia renal en Uruguay. En el hombre el crecimiento de la próstata con los años obstruye la salida de orina, el chorro urinario se vuelve fino, el vaciamiento de la vejiga es incompleto, se orina muy seguido e incluso varias veces en la noche en forma entrecortada y a veces se pierde orina. En esta situación el paciente debe consultar rápidamente a su médico o urólogo quien lo examinará y le solicitará una ecografía. Los cálculos renales también pueden llevar a la insuficiencia renal. La solución en estos casos no solo es extraerlos mediante litotricia o cirugía sino estudiar la causa o el mecanismo formador de los mismos con un urólogo o nefrólogo.
–    Glomerulopatías: son la afección de los glomérulos renales, pequeños filtros por donde se filtra la sangre y se forma la orina. Hay alrededor de medio millón de glomérulos. Ya sea por un mecanismo inmunológico o hereditario los glomérulos se enferman y dejan pasar a la orina proteínas de la sangre. Con un examen de orina son fácilmente detectables. Hay varios tipos de glomerulopatías, cada una con un tratamiento diferente. Su diagnóstico definitivo se hace mediante la biopsia renal. Este examen es relativamente sencillo, requiere su realización una  internación breve y se hace con anestesia local. Su médico le explicará los beneficios y los riesgos que puede obtener con el mismo.