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Información de la Uveítis no infecciosa (UNIIPP)
El término uveítis hace referencia a la inflamación de la capa media del ojo llamada úvea. Según el área de la úvea que este afectada se clasifica en anterior, intermedia o posterior. Cuando todos los sectores están comprometidos se denomina panuveítis.
El proceso inflamatorio de la úvea puede ocurrir de forma aislada y en otras ocasiones se asocia a infecciones , enfermedades autoinmunes, neoplasias, etc.
Los síntomas que pueden presentarse en caso de uveítis son: ojo rojo (doloroso o no), sensibilidad intensa a la luz (fotofobia), visión borrosa y en casos graves o evolucionados puede llevar a la disminución de la agudeza visual.
El oftalmólogo es quien luego de la evaluación establecerá el diagnóstico, su severidad y los sectores de la úvea afectados. Según el tipo de uveítis se establecerá el tratamiento apropiado para cada caso.
Es fundamental el diagnóstico precoz e inicio oportuno del tratamiento, ya que esto impactará en la probabilidad de perdida de agudeza visual con el consecuente impacto en la calidad de vida.
La evaluación y el tratamiento de esta afección requerirá en ocasiones del abordaje de múltiples especialistas (oftalmólogo, reumatólogo, médico internista, entre otros).
Ante cualquier duda o consulta sobre esta enfermedad, sugerimos que hables con tu médico/a tratante. El/la profesional podrá brindarte información más detallada y adecuada a tu situación médica específica.
Normativa de tratamiento de la Uveítis no infecciosa (UNIIPP)
Para el tratamiento de la Uveítis no infecciosa intermedia, posterior o panuveítis (UNIIPP) el Fondo Nacional de Recursos brinda Adalimumab, de acuerdo a los criterios establecidos en su Normativa de Cobertura.
Riesgos del tratamiento propuesto para la Uveítis no infecciosa (UNIIPP)
En el transcurso del tratamiento con Adalimumab pueden presentarse, según la literatura médica, los siguientes eventos adversos:
Más frecuentemente:
- dolor de cabeza
- erupción y enrojecimiento de la piel
- incremento de algunos tipos de anticuerpos
- reacciones en sitio de la inyección que incluye eritema, prurito, sangrado, dolor, hinchazón,
- aumento de una enzima llamada CPK
- infecciones respiratorias altas, sinusitis, bronquitis.
Menos frecuentemente: hipertensión arterial, trastornos del ritmo cardíaco, dolor en el tórax, enfermedad coronaria, infarto de miocardio, palpitaciones, liquido en el pericardio, edema periférico, hematoma subdural, sincope, taquicardia, confusión, alteraciones de la sensibilidad, celulitis y erisipelas, aumento de los lípidos y del colesterol, alteraciones menstruales, nauseas, caries, gastroenteritis, dolor abdominal, vómitos, diverticulitis, infección urinaria, sangre en la orina, cistitis, dolor pélvico, alteraciones hematológicas y diversos tipos de cáncer (mama, gastrointestinal, melanoma, urogenital, linfoma), incremento de la enzima hepática fosfatasa alcalina, dolor de espalda, dolores, inflamaciones e infecciones articulares y musculares, cataratas, infección urinaria y cálculos urinarios, síntomas similares a la gripe, asma, broncoespasmo, falta de aire, faringitis, neumonía.
Quienes son tratados con Adalimumab, tienen incremento del riesgo de desarrollar infecciones serias como reactivación de tuberculosis, infecciones por hongos u otros gérmenes oportunistas. Se han reportado la aparición de incremento del riesgo en algunos tipos de cánceres: linfomas y otras enfermedades malignas.
Cada paciente es único, por lo que es esencial consultar y discutir los riesgos y beneficios del tratamiento específicamente con el/la médico/a especialista en esta enfermedad.