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- Posibles riesgos del tratamiento
Información Linfomas no Hodgkin
El linfoma no Hodgkin en adultos es una afección por la que se forman células malignas (cancerosas) en el sistema linfático.
El sistema linfático es parte del sistema inmunitario y está compuesto por:
- Linfa: líquido incoloro, acuoso que recorre el sistema linfático y transporta glóbulos blancos denominados linfocitos. Los linfocitos protegen el cuerpo contra infecciones y el crecimiento de tumores.
- Vasos linfáticos: red de conductos delgados que recogen linfa de diferentes partes del cuerpo y la regresan al torrente sanguíneo.
- Ganglios linfáticos: estructuras pequeñas con forma de un grano grande que filtran la linfa y almacenan los glóbulos blancos que ayudan a proteger contra infecciones y enfermedades. Los ganglios linfáticos se encuentran a lo largo de la red de vasos linfáticos que se encuentran en todo el cuerpo y son el lugar donde hay mayor cantidad de linfocitos. Grupos de ganglios linfáticos se sitúan en la axila, la pelvis, el cuello, el abdomen y la ingle.
- Bazo: órgano que fabrica linfocitos, filtra la sangre, almacena células y destruye glóbulos viejos. Está en el lado izquierdo del abdomen, cerca del estómago.
- Timo: órgano en el cual crecen y se multiplican los linfocitos. El timo está ubicado en el pecho detrás del esternón.
- Amígdalas: dos masas pequeñas de tejido linfático en la parte detrás de la garganta. Las amígdalas fabrican linfocitos.
- Médula ósea: tejido blando, esponjoso en el centro de huesos grandes. La médula ósea fabrica glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.
Dado que el tejido linfático se encuentra en todo el cuerpo, el linfoma no Hodgkin en adultos puede comenzar en prácticamente cualquier parte del cuerpo, aunque en la enorme mayoría de los casos es en los ganglios (por ser el lugar donde hay más cantidad de linfocitos). El cáncer se puede diseminar al bazo, hígado y a muchos órganos y tejidos.
El linfoma no Hodgkin en mujeres embarazadas es la misma enfermedad que la de mujeres no embarazadas en edad de procrear. Sin embargo, el tratamiento es distinto para las mujeres embarazadas. El linfoma no Hodgkin ocurre tanto en adultos como en niños. No obstante, el tratamiento para los niños es diferente del tratamiento para los adultos.
La edad, el sexo y un sistema inmunitario debilitado pueden afectar el riesgo de linfoma no Hodgkin en la vida adulta.
Cualquier cosa que aumenta el riesgo de padecer de una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer de cáncer; no tener un factor de riesgo, no significa que no se va a padecer de cáncer. Se debe consultar con el médico si se piensa que se tiene riesgo. Los factores de riesgo para el linfoma no Hodgkin en adultos incluyen los siguientes:
- Tener edad avanzada, ser varón o de raza blanca.
- Presentar una de las siguientes afecciones:
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- Un trastorno inmunológico heredado (por ejemplo, hipogammaglobulinemia o síndrome de Wiskott-Aldrich).
- Una enfermedad autoinmunitaria (por ejemplo, artritis reumatoide, soriasis, o el síndrome de Sjögren).
- VIH /SIDA.
- Virus linfotrópico T humano tipo I o virus de Epstein-Barr.
- Antecedentes de infección por Helicobacter pylori.
- Tomar medicamentos inmunodepresores después de un trasplante de órganos.
- Estar expuesto a ciertos plaguicidas.
- Alimentación con alto contenido de carnes y grasas.
- Tratamiento anterior por linfoma de Hodgkin.
Entre los signos y síntomas del linfoma no Hodgkin en adultos se incluyen fiebre, sudores, pérdida de peso y fatiga. El linfoma no Hodgkin en adultos u otras afecciones pueden ocasionar estos y otros signos y síntomas. Consulte con su médico si presenta cualquiera de lo siguiente:
- Hinchazón sin dolor en los ganglios linfáticos del cuello, la axila, la ingle o el estómago.
- Fiebre sin razón aparente.
- Sudores nocturnos abundantes.
- Sentirse muy cansado.
- Pérdida de peso sin razón aparente.
- Erupción cutánea o picazón en la piel.
- Dolor en el pecho, el abdomen o los huesos sin razón aparente.
Por mayor información sobre este tratamiento consulte a su médico tratante.
Normativa de tratamiento de Linfomas no Hodgkin
El FNR cubrirá para el tratamiento de linfopatías tumorales el uso del Rituximab, Bendamustina e Ibrutinib, exclusivamente para las indicaciones y protocolos de quimioterapia que en la normativa se detallan, teniendo en cuenta los criterios de exclusión e inclusión.
Riesgos del tratamiento propuesto para los Linfomas no Hodgkin
En el transcurso del tratamiento con Rituximab pueden presentarse, según la literatura médica, los siguientes eventos adversos:
- Más frecuentemente: edema periférico, hipertensión arterial, fiebre, fatiga, resfriado, dolor de cabeza, insomnio, dolor, enrojecimiento de la piel, grades, prurito, angioedema, náuseas, diarrea, dolor abdominal, aumento de peso, anemia, disminución de glóbulos blancos y plaquetas en sangre, aumento de enzimas hepáticas, neuropatía, debilidad, espasmos musculares, dolores articulares, tos, rinitis, sangrado por la nariz, reacciones relacionadas con la infusión.
- Menos frecuentemente: hipotensión, rubor, mareos, ansiedad, migraña, urticaria, aumento de la glucosa en sangre, vómitos, dispepsia, dolor de espalda, dolor muscular, falta de aire, broncoespasmo, infecciones respiratorias altas, sinusitis.
La administración de Rituximab puede desencadenar reacciones serias y fatales, y reacciones severas a nivel de piel y mucosas. Puede haber reactivación de la Hepatitis B con falla hepática o hepatitis fulminantes. Algunos pacientes pueden desarrollar una enfermedad del sistema nervioso denominada leucoencefalopatía multifocal progresiva.
En el transcurso del tratamiento con Ibrutinib pueden presentarse, según la literatura médica, los siguientes eventos adversos:
- Más frecuentemente: edema periférico, aumento de la presión arterial, fatiga, mareos, dolor de cabeza, ansiedad, escalofríos, erupción en la piel, infección de piel, picazón, aumento del ácido úrico, disminución de niveles de albumina y de calcio en sangre, deshidratación, diarrea, náuseas, estreñimiento, dolor abdominal, vómitos, disminución del apetito, reflujo gastroesofágico, infección urinaria, alteraciones de la coagulación sanguínea, alteraciones del sistema inmunológico, moretones, hemorragia, anemia, segunda neoplasia maligna (cáncer), dolor musculoesquelético, calambres musculares, dolores articulares, cansancio, síndrome del ojo seco, aumento de lagrimeo, visión borrosa, disminución de la agudeza visual, infección del tracto respiratorio superior, falta de aire, tos, sinusitis, neumonía, sangrado nasal, dolor de garganta, fiebre.
- Menos frecuentemente: alteraciones del ritmo cardiaco, carcinoma de piel, anemia, sepsis, alteración de la función renal, cirrosis hepática, insuficiencia hepática, alteraciones de las uñas, neumonía por neumocistosis jirovecii, leucoencefalopatía multifocal progresiva, reactivación del VHB, síndrome de insuficiencia renal, síndrome de Stevens-Johnson, síndrome de lisis tumoral, urticaria.
En el transcurso del tratamiento con Bendamustina pueden presentarse según la literatura médica los siguientes eventos adversos:
- Más frecuentemente: edema periférico, fatiga, dolor de cabeza, mareos, escalofríos, insomnio, erupción cutánea, pérdida de peso, deshidratación, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, anorexia, estomatitis, dolor abdominal, disminución del apetito, dispepsia, disminución de los glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas en la sangre, aumento de la bilirrubina, dolor de espalda, debilidad, tos, disnea, fiebre.
- Menos frecuentemente: taquicardia, dolor torácico, descenso de la presión arterial o exacerbación de la hipertensión. Ansiedad, depresión, dolor, prurito, aumento de la sudoración, sudores nocturnos, sequedad de la piel. Disminución del potasio, sodio y calcio en la sangre, aumento del ácido úrico, aumento de la glucosa. Puede presentarse también enfermedad por reflujo gastroesofágico, sequedad de boca, sabor rancio o metálico en la boca, infección por el hongo Cándida en la boca, distensión y dolor abdominal, infección urinaria, aumento de algunas enzimas hepáticas en la sangre. Infecciones por virus del herpes y otras infecciones como ser respiratorias, faringitis, pulmonares, en la nariz.. A nivel de la zona de infusión y del catéter de administración puede presentarse dolor. Dolores en las articulaciones y en las extremidades, brazos y piernas. Alteración de la función del riñón con aumento de la creatinina en la sangre.
Cada paciente es único, por lo que es esencial consultar y discutir los riesgos y beneficios del tratamiento específicamente con el/la médico/a especialista en esta enfermedad.