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Tratamiento de Enfermedad de Crohn

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Información de la Enfermedad de Crohn

La Enfermedad de Crohn (EC) es una afección inflamatoria crónica del tracto gastrointestinal resultado de una activación persistente e inapropiada del sistema inmunológico intestinal. Puede observarse en ambos sexos y a cualquier edad, predominando en el adulto joven, determinando un gran impacto en su calidad de vida. Afecta cualquier sector desde la boca al ano, y característicamente existe afectación perianal en un tercio de los pacientes.

Los síntomas dependen de la topografía y del compromiso inflamatorio el que puede generar estenosis y/o fístulas (abdominales y perianales). Incluyen diarrea (con o sin sangre), dolor abdominal, fiebre y adelgazamiento. Puede acompañarse también de manifestaciones extraintestinales principalmente articulares, dermatológicas, oculares y hepatobiliares. En los niños puede afectar su crecimiento y desarrollo. El diagnóstico se realiza en base a la clínica y a los hallazgos radiológicos, endoscópicos, anatomopatológicos y evolutivos.

La EC no es médica ni quirúrgicamente curable siendo el objetivo de su tratamiento el control y la reducción de sus síntomas, mejorar la calidad de vida y minimizar las complicaciones a corto y largo plazo. Un elevado número de pacientes requerirán al menos una intervención quirúrgica a lo largo de su vida por mala respuesta al tratamiento médico o ante la presencia de complicaciones (estenosis, fístulas, abscesos) con elevada tasa de recurrencia post-operatoria.

Según la severidad y el sector del tracto gastrointestinal afectado, el tratamiento médico farmacológico incluye el uso de aminosalicilatos, corticoides, inmunosupresores, agentes biológicos y pequeñas moléculas. Estos últimos con efectos muy potentes y rápidos, pero no exentos de efectos adversos por lo cual es clave determinar su oportunidad.

Ante cualquier duda o consulta sobre esta enfermedad, sugerimos que hables con tu médico/a tratante. El/la profesional podrá brindarte información más detallada y adecuada a tu situación médica específica.

Normativa de tratamiento de la Enfermedad de Crohn

Los fármacos con cobertura del FNR para el tratamiento de la Enfermedad de Crohn son: Infliximab, Adalimumab y Upadacitinib.

A efectos de autorizar la cobertura financiera del fármaco, en todos los pacientes se realizará una evaluación integral, de la cual surja una expectativa de vida razonable.

Pueden existir situaciones clínicas vinculadas a otras patologías, en las cuales el uso de estos medicamentos pueda estar indicado. Queda expresamente establecido que estas situaciones, que no están contempladas dentro de los criterios de inclusión de la normativa vigente, no serán cubiertos por el Fondo Nacional de Recursos.

Riesgos del tratamiento propuesto para la Enfermedad de Crohn

Los medicamentos biológicos tienen efectos terapéuticos muy potentes y rápidos pero no están exentos de efectos adversos, por tanto es importante determinar qué pacientes se beneficiarán de ellos y quienes deberían continuar con el tratamiento convencional.

Los efectos adversos más importantes de los biológicos son:

  • Anticuerpos a estos fármacos con la consecuente disminución del tiempo de respuesta.
  • Reacciones de hipersensibilidad a la infusión, durante o en el transcurso de las primeras horas tras su administración; reacciones anafilácticas.
  • Lesiones cutáneas.
  • Síndrome lupus-like.
  • Mayor incidencia de infecciones oportunistas o comunes, especialmente tuberculosis, sobre todo cuando se utiliza en combinación con corticoides o inmunosupresores.
  • Cáncer, también mayor en combinación con inmunosupresores por tiempo prolongado.
  • Enfermedades desmielinizantes (poco frecuentes).
  • Descompensación cardio-vascular (en pacientes de riesgo).

Los efectos secundarios más frecuentes del Upadacitinib son:

  • Infecciones del tracto respiratorio superior (resfriado común, infecciones de los senos paranasales), bronquitis, tos, fiebre.
  • Culebrilla (herpes zoster), infecciones por el virus del herpes simple (incluyendo herpes labial).
  • Náuseas.
  • Acné.
  • Dolor de cabeza.
  • Aumento de los niveles sanguíneos de creatina fosfoquinasa.

En ocasiones, y de forma más grave, también puede provocar:

  • Alergia, reacciones, inflamación de los folículos pilosos, erupción cutánea.
  • Hinchazón de la cara, los ojos, la boca o la garganta.
  • Dolor en el área del estómago (abdominal).
  • Aumento de peso.
  • Disminución del número de ciertos tipos de glóbulos blancos (neutropenia, linfopenia).
  • Dolor muscular.
  • Aumento del colesterol en sangre y aumento de los niveles de enzimas hepáticas.
  • Cambios repentinos en la visión.

Cada paciente es único, por lo que es esencial consultar y discutir los riesgos y beneficios del tratamiento específicamente con el/la médico/a especialista en esta enfermedad.