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Información Cáncer de Pulmón
El cáncer de pulmón es uno de los cánceres más comunes en el mundo y también en Uruguay, donde ocupa el primer lugar.
En nuestro país se diagnostican aproximadamente 1300 nuevos casos y fallecen unos 1200 pacientes por año. La similitud entre las cifras de incidencia y las de mortalidad refleja el franco predominio de los pacientes que se diagnostican en una etapa tardía, es decir con enfermedad avanzada y de pronóstico pobre. Es probable que las personas con cáncer de pulmón no tengan síntomas al principio de la enfermedad pero van apareciendo a medida que el cáncer crece.
Consulte a su médico si observa : una tos que no desaparece y empeora con el tiempo, dolor constante en el pecho, tos con expectoración con sangre, falta de aire, silbidos al respirar o ronquera, problemas repetidos por neumonía o bronquitis, inflamación del cuello y la cara, pérdida del apetito o pérdida de peso, fatiga.
Existen muchos tipos de cáncer de pulmón. Cada uno de ellos crece y se disemina de un modo distinto y se trata de una forma diferente. El tratamiento también depende del estadio o de qué tan avanzado se encuentre. El tratamiento puede incluir quimioterapia, radiación y cirugía.
Factores de riesgo
Los médicos rara vez pueden explicar por qué el cáncer de pulmón se presenta en una persona, pero no en otra. Sin embargo, es claro que una persona con ciertos factores de riesgo puede tener más probabilidades que otras de padecer cáncer de pulmón. Un factor de riesgo es algo que puede aumentar la posibilidad de que una enfermedad se presente.
Los estudios han encontrado los siguientes factores de riesgo para cáncer de pulmón:
- Humo de tabaco: El humo de tabaco causa la mayoría de los casos de cáncer de pulmón. Es sin duda el factor de riesgo más importante de cáncer de pulmón. Las sustancias nocivas del humo lesionan las células del pulmón. Es por eso que fumar cigarrillos, pipa o puros (o cigarros) puede causar cáncer de pulmón y por qué la exposición al humo de tabaco en el ambiente puede causar cáncer de pulmón en personas que no fuman. Entre mayor sea la exposición al humo, mayor es el riesgo de cáncer de pulmón.
- Radón: El radón es un gas radiactivo invisible, sin olor y sin sabor. Se forma en la tierra y en las rocas. Las personas que trabajan en las minas pueden estar expuestas al radón. En algunas partes del país, el radón se encuentra en las casas. El radón daña las células del pulmón, y las personas expuestas al radón tienen mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón. El riesgo de cáncer de pulmón por el radón es aún mayor en quienes fuman.
- Asbesto y otras sustancias: Las personas que tienen ciertos trabajos (como quienes trabajan en las industrias de construcción y química) tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón. La exposición al asbesto, arsénico, cromo, níquel, hollín, alquitrán y otras sustancias puede causar cáncer de pulmón. El riesgo es mayor para quienes tienen años de estar expuestos. El riesgo de cáncer de pulmón por exposición a estas sustancias es aún mayor en quienes fuman.
- Contaminación del aire: La contaminación del aire puede aumentar levemente el riesgo de cáncer de pulmón. El riesgo por contaminación del aire es mayor para los fumadores.
- Antecedentes familiares de cáncer de pulmón: Las personas con padre, madre, hermano o hermana que tuvo cáncer de pulmón pueden tener un ligero aumento en el riesgo de esta enfermedad, aunque no fumen.
- Antecedentes personales de cáncer de pulmón: Las personas que ya han tenido cáncer de pulmón tienen mayor riesgo de padecer un segundo tumor de pulmón.
- Edad mayor de 65 años: La mayoría de las personas tienen más de 65 años cuando se les diagnostica cáncer de pulmón.
Fuente: NIH: Instituto Nacional del Cáncer
Por mayor información sobre este tratamiento consulte a su médico tratante.
Normativa de tratamiento del Cáncer de Pulmón
Para el tratamiento sistémico del cáncer de pulmón el Fondo Nacional de Recursos financia: Erlotinib, Gefitinib, Atezolizumab, Pembrolizumab, Osimertinib, Alectinib.
Si desea ampliar la información sobre las indicaciones para esta cobertura, ingrese a la normativa:
Riesgos del tratamiento propuesto para el Cáncer de Pulmón
Los efectos adversos más importantes del tratamiento con Gefitinib son:
- Más frecuentemente: fatiga, debilidad, erupción y enrojecimiento de la piel, sequedad en la piel, panadizo (infección en la piel cerca de las uñas), picazón, acné, diarrea, falta de apetito, pérdida de peso, náuseas, vómitos, inflamación del estómago, y dolor abdominal.
- Menos frecuentemente: conjuntivitis, disminución de la agudeza visual, dificultad para respirar, tos, aumento de las enzimas hepáticas, inflamación pulmonar (neumonitis), edemas en las piernas, y en muy raras ocasiones, complicaciones graves que pueden poner en riesgo la vida.
Los efectos adversos más importantes del tratamiento con Erlotinib son:
- Más frecuentemente: fatiga, erupción y enrojecimiento de la piel, picazón, acné, diarrea, falta de apetito, náuseas, vómitos, inflamación del estómago, y dolor abdominal.
- Menos frecuentemente: conjuntivitis, sequedad en la piel, dificultad para respirar, tos, pérdida de peso, aumento de las enzimas hepáticas, inflamación y fibrosis pulmonar, y en muy raras ocasiones, complicaciones graves que pueden poner en riesgo la vida.
El uso de Pembrolizumab puede tener los siguientes efectos adversos:
- Más frecuentemente: fatiga, diarrea, náuseas, disminución del apetito, erupción cutánea, picazón, dolor articular o muscular, tos, fiebre, falta de aire, y dolor abdominal.
- Menos frecuentemente: inflamación del hígado (hepatitis), problemas en las glándulas endocrinas (como la tiroides), colitis (inflamación del intestino), neumonitis (inflamación del pulmón), insuficiencia renal, reacciones graves en la piel (como el síndrome de Stevens-Johnson), inflamación del corazón.
Para Atezolizumab los efectos adversos son:
- Más frecuentemente: fatiga, pérdida de apetito, náuseas, diarrea, erupción cutánea, fiebre, dolor articular o muscular, tos, dificultad para respirar, e infecciones del tracto urinario.
- Menos frecuentemente: inflamación pulmonar (neumonitis), colitis (inflamación intestinal), hepatitis (inflamación del hígado), hipotiroidismo o hipertiroidismo (problemas de la tiroides), insuficiencia renal, reacciones graves en la piel, inflamación del corazón (miocarditis), y otros trastornos autoinmunes que pueden afectar distintos órganos.
El uso de Osimertinib puede tener efectos secundarios que varían de un paciente a otro. Algunos de los riesgos incluyen:
- Más frecuentemente: diarrea, fatiga, náuseas, erupción cutánea, sequedad de la piel, disminución del apetito, problemas en las uñas, tos, falta de aire, dolor de cabeza, y dolor muscular o articular.
- Menos frecuentemente: inflamación en el tejido pulmonar (neumonitis), alteraciones en la función del corazón (prolongación del intervalo QT), problemas oculares como visión borrosa, cambios en los resultados de las pruebas hepáticas, anemia, disminución del recuento de glóbulos blancos, infecciones respiratorias y problemas de coagulación.
Los efectos adversos más importantes del tratamiento con Alectinib son:
- Más frecuentemente: fatiga, estreñimiento, hinchazón de los pies o manos, aumento de peso, dolores musculares, tos, falta de aire, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones y diarrea.
- Menos frecuentemente: aumento de los niveles de enzimas hepáticas, daño hepático, aumento de la creatinina (indicador de función renal), bradicardia (latido lento del corazón), sensibilidad a la luz solar, inflamación pulmonar (neumonitis), problemas de visión y cambios en la presión arterial.
Cada paciente es único, por lo que es esencial consultar y discutir los riesgos y beneficios del tratamiento específicamente con el/la médico/a especialista en esta enfermedad.