El reemplazo de la articulación de cadera (coxo femoral), se realiza cuando la misma se ha visto dañada de forma irreparable o irreversible, por artrosis, fractura u otra causa, produciendo una gran incapacidad y dolor, y las ventajas en recuperación de la movilidad y calidad de vida serán adecuadas para el modo de vida de la persona.
La sustitución de la cadera es un procedimiento quirúrgico en el que se hace un cambio total (tallo y cotilo), o parcial (tallo o cotilo) de la articulación utilizando unos dispositivos artificiales (prótesis) que van unidos al hueso mediante cementos, o mediante ajustes a presión o atornillados.
La cirugía se lleva a cabo mediante anestesia general o raquídea y el propósito de la intervención es restaurar la función articular perdida.
Hay una serie de factores que deben ajustarse previos a la intervención dado que están asociados a la presencia de fallas y complicaciones mas frecuentemente, entre los cuales se encuentra la presencia de infecciones activas, el sobrepeso, diabetes no controlada, tabaquismo, enfermedades cardiovasculares o respiratorias descompensadas o cualquier otra causa que pudiere aumentar el riesgo quirúrgico.
No toda fractura de cadera tiene indicación de prótesis existiendo otro procedimiento para su solución denominado osteosíntesis.
Con el paso de tiempo puede ser necesario el recambio de la prótesis debido a desgaste del implante o a complicaciones.