
Las cardiopatías congénitas que son cubiertas por el Fondo Nacional de Recursos pueden ser corregidas mediante cirugía cardíaca o por otras intervenciones que se realizan mediante un cateterismo.
CIRUGÍA CARDÍACA
El objetivo del tratamiento quirúrgico siempre es el mejoramiento de la situación circulatoria que permita una adecuada oxigenación de los tejidos del organismo del niño y con ello el mejoramiento su estado para un buen crecimiento y desarrollo.
Muchas de las cardiopatías congénitas se corrigen mediante una sola intervención quirúrgica durante los primeros meses de vida, incluso en la etapa de recién nacido.
Las más complejas pueden requerir más de una intervención quirúrgica para corregir los defectos y en diferentes edades.
Las técnicas utilizadas para la cirugía de cardiopatías congénitas son múltiples y frecuentemente se aplican varias en un sólo paciente. En algunas cirugías se amplían zonas estrechas del corazón con un parche especial. En otras, se cierran comunicaciones entre las cámaras del corazón. También es posible reparar o sustituir una válvula del corazón, etc.
Para estas cirugías, el paciente recibirá anestesia general, lo que lo hará estar profundamente dormido y sin dolor durante la operación. Es posible, que el niño deba ser conectado a una bomba o sistema de circulación extracorpórea, que es una máquina que hace el trabajo del corazón mientras este se detiene para realizar la cirugía.
Este tipo de operaciones suele durar entre 2 y 5 horas, dependiendo de la cirugía. Después de la intervención, el niño será llevado a la unidad de cuidados intensivos, en donde estará conectado a máquinas que monitorean su pulso, temperatura y respiración. Probablemente, tendrá 2 a 3 sondas en el pecho que drenan el líquido que se puede provocar por la cirugía, así como vías intravenosas para suministrarle líquidos y medicamentos.
Algunos días después del alta, el cirujano cardiaco evaluará al paciente para verificar que la herida está bien cicatrizada y que la situación cardiaca sea normal.
Es muy importante tener en cuenta que los niños y adultos con cardiopatías congénitas deben mantener un control periódico con su cardiólogo y cirujano cardiaco, a pesar de que hayan sido operados y su lesión haya sido reparada.