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Riesgos del tratamiento propuesto para el Melanoma Cutáneo

En el transcurso del tratamiento con Vemurafenib/Cobimetinib pueden presentarse, según la literatura médica, los siguientes eventos adversos:

  • Alteraciones de ritmo cardíaco, aumento de la presión arterial, edemas periféricos, fotosensibilidad de la piel (dermatitis solar y quemaduras solares), erupciones, caída del cabello, alteraciones de la sensibilidad de manos y pies, picazón, alteraciones de los niveles sanguíneos de potasio, fosforo y calcio, diarrea, náuseas, vómitos, disminución del apetito, estreñimiento, fatiga, perdida de sensibilidad en manos y pies, dolor de cabeza, alteraciones del sistema inmune, anemia, alteraciones de la coagulación sanguínea, hemorragias, dolores articulares, dolores musculares, dolor en las extremidades, dolor de espalda, dolor musculoesquelético, debilidad, discapacidad visual (incluye visión borrosa, disminución de la agudeza visual), desprendimiento de retina, alteraciones de la función renal, tos, fiebre.
  • Menos frecuentemente puede aparecer: disminución de la presión arterial, inflamación de las vasos sanguíneos, parálisis facial, mareos, escalofríos, reacciones severas en la piel con descamación erupción cutánea, cáncer de piel, pérdida de peso, aumento de las enzimas hepáticas, aumento de la bilirrubina, hemorragia cerebral, melanoma maligno (segundo primario), neoplasia maligna (no cutánea), daño renal, daño hepático, pancreatitis.

En el transcurso del tratamiento con Pembrolizumab pueden presentarse, según la literatura médica, los siguientes eventos adversos:

  • Reacciones alérgicas, erupción en la piel, temblores, mareo, dolor de cabeza, dificultad respiratoria (disnea), hinchazón de su cara o boca, dolor en la espalda, barriga o pecho. Diarrea, náuseas, anemia, dolor en las articulaciones, cambios en los niveles hormonales, pérdida de apetito, estreñimiento, entre otros.
  • Menos frecuentemente: hematomas y sangrados, niveles elevados de azúcar en sangre, entumecimiento u hormigueo en manos o pies, cambios en el funcionamiento de los riñones,  cambios en el funcionamiento del hígado, cambios en los latidos del corazón, etc.

Cada paciente es único, por lo que es esencial consultar y discutir los riesgos y beneficios del tratamiento específicamente con el/la médico/a especialista en esta enfermedad.