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Tratamiento Cáncer de Riñón

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Información Cáncer de Riñón

Los riñones son órganos del tamaño de un puño de la mano ubicados a cada lado de la columna, por arriba de la cintura. El cáncer de riñón se forma en la membrana que recubre los tubos diminutos que están dentro de los riñones.

Este cáncer se hace más común a medida que envejecemos. Los factores de riesgo incluyen fumar, algunas condiciones genéticas y el mal uso de analgésicos por períodos prolongados. Es probable que las personas con cáncer de riñón no tengan síntomas al principio de la enfermedad pero van apareciendo a medida que el cáncer crece. Consulte a su médico si observa :

  • Sangre en la orina
  • Un bulto en el abdomen
  • Pérdida de peso sin razón
  • Dolor en el costado que no desaparece
  • Pérdida del apetito

 El tratamiento depende de la edad, el estado general de salud y de cuán avanzado esté el cáncer. Podría incluir cirugía, quimioterapia o radiación, terapia biológica o dirigida. La terapia biológica estimula la capacidad del cuerpo para combatir el cáncer. La terapia dirigida es un tipo de tratamiento en el que se utilizan sustancias para identificar y atacar células cancerosas específicas sin dañar las células normales.

En Uruguay el cáncer de riñón ocupa en incidencia el 9° lugar en el hombre y el 11° en la  mujer. Se diagnostican aproximadamente 375 casos nuevos por año y ocurren por esta  causa un promedio de 210 muertes anuales. Aproximadamente un quinto de los casos se  presenta en etapa avanzada y estos pacientes tienen indicación de tratamiento. El  cáncer de riñón se encuentra entre los tumores más resistentes a las terapias sistémicas.

Fuente imagen y texto: NIH: Instituto Nacional del Cáncer

Por mayor información sobre este tratamiento consulte a su médico tratante.

Normativa de tratamiento Cáncer de Riñón Metastásico

Para el Tratamiento Sistémico del Cáncer de Riñón Metastásico el Fondo Nacional de Recursos cubrirá en primera línea el fármaco Sunitinib o Pazopanib y en segunda línea el Sunitinib, Sorafenib, o Pazopanib.

A efectos de autorizar la cobertura financiera, en todos los pacientes se tomará en cuenta en forma integral la edad, calidad de vida, la existencia de comorbilidades y el pronóstico. De tal manera que de la evaluación surja una expectativa de vida razonable.

Pueden existir situaciones clínicas, vinculadas a otras patologías en las cuales el uso de estos medicamentos puede estar planteado. Queda expresamente establecido que estas situaciones no están  contempladas en las indicaciones que cubrirá el Fondo Nacional de  Recursos.

Asimismo, la financiación se realizará teniendo en cuenta los criterios de exclusión e inclusión a los que puede acceder en forma detallada en la normativa.

Riesgos del tratamiento propuesto para el Cáncer de Riñón

Los efectos adversos más importantes del tratamiento con Sorafenib son:

  • Severos: cardiotoxicidad; enfermedad tromboembólica venosa, crisis epilépticas, pancreatitis.
  • Frecuentes: fatiga, náuseas, vómitos, mucositis, constipación, dolor abdominal, hipertensión arterial, edemas periféricos, rash cutáneo, síndrome mano – pies; neutropenia, anemia, trombocitopenia,  sangrados, artralgias, mialgias, disnea, tos, neuropatía sensorial.
  • Ocasionales: alopecia, cambio de color de cabello, alteraciones de piel, disionías, alteración de lipasa, amilasa y enzimas hepáticas.
  • Raros: pancreatitis y crisis epilépticas.


Los efectos adversos más importantes del tratamiento con Sunitinib son:

  • Severos: cardiotoxicidad; enfermedad tromboembólica venosa, crisis epilépticas, pancreatitis.
  • Frecuentes: fatiga, nauseas, vómitos, mucositis, constipación, dolor abdominal, HTA, edemas periféricos, rash cutáneo, síndrome mano – pies; neutropenia, anemia, trombocitopenia, sangrados, artralgias, mialgias, disnea, tos.
  • Ocasionales: alopecia, cambio de color de cabello, alteraciones de piel, distonías, alteración de lipasa, amilasa y enzimas hepáticas.
  • Raros: pancreatitis y crisis epilépticas.

Los efectos adversos más importantes del tratamiento con Pazopanib son:

  • Más frecuentes (>10%): hipertensión arterial y edemas periféricos. Fatiga, dolor de cabeza, mareos. Cambios en la coloración del pelo, erupción, caída del pelo, inflamación y problemas de la sensibilidad a nivel palmar y plantar, perdida de la pigmentación de la piel. Aumento o disminución de la glicemia, disminución de algunas sustancias en la sangre (fósforo, sodio y magnesio), aumento de la hormona TSH, aumento del potasio en la sangre. Diarrea, nauseas, pérdida de peso, falta de apetito, vómitos, alteración del gusto, aumento de la enzima lipasa, dolor abdominal, inflamación de las mucosas del aparato digestivo y del estomago. A nivel sanguíneo puede presentase disminución de glóbulos blancos, linfocitos y plaquetas. El hígado puede afectarse evidenciándose aumento de las enzimas hepáticas y de la fosfatasa alcalina, aumento de la bilirrubina, descenso de la albumina. Otra repercusiones pueden ser dolores musculares y esqueléticos, debilidad. A nivel respiratorio falta de aire y tos. Puede presentarse también dolor a nivel tumoral.
  • Con menor frecuencia (1% al 10%) pueden presentarse: dolor torácico, mal funcionamiento del corazón, trombosis venosa, isquemia del corazón, alteraciones del electrocardiograma (aumento del intervalo QT), edema facial, evento isquémico transitorio. También insomnio, disfonía, chuchos de frio. Sequedad de piel, alteraciones de las uñas. Puede aparecer mal funcionamiento de la glándula tiroides (hipotoroidismo). A nivel gastrointestinal problemas en la digestión (dispepsia), hemorragias a nivel de boca, hemorragia rectal, Pueden haber alteraciones de la visión, alteraciones renales, sangre a nivel de la orina.. Sangrado por la nariz, neumotórax , sangrado por la vía aérea (hemoptisis).
  • Muy poco frecuentes (<1%) son los eventos adversos importantes o con riesgo de vida: mal funcionamiento del corazón, hemorragia o isquemia cerebral, síntomas neurológicos extrapiramidales, fistulas o perforación gastrointestinal, toxicidad hepática, crisis hipertensiva, síndrome nefrótico, pancreatitis, síndrome de eucoencefalopatía posterior reversible (RPLS), alteraciones del ritmo cardiaco (torsade de pointes), hemorragia tumoral.


Cada paciente es único, por lo que es esencial consultar y discutir los riesgos y beneficios del tratamiento específicamente con el/la médico/a especialista en esta enfermedad.