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Leucemia Linfoide Crónica

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Leucemia linfoide crónica (LLC)

La LLC es un cáncer de un tipo de glóbulos blancos llamados linfocitos.

Causas: la Leucemia linfoide crónica (LLC) causa un incremento lento en los glóbulos blancos llamados linfocitos B o células B. Las células cancerosas se diseminan a través de la sangre y la médula ósea y también pueden afectar los ganglios linfáticos u otros órganos como el hígado y el bazo. Este tipo de leucemia finalmente provoca insuficiencia de la médula ósea.

Se desconoce la causa de la LLC. No existe ningún vínculo con la radiación, químicos cancerígenos ni virus.

Este cáncer afecta principalmente a los adultos, alrededor de los 70 años y, rara vez, se observa en personas menores de 40 años. La enfermedad es más común en los judíos de ascendencia rusa o de Europa del este.

Síntomas: generalmente, los síntomas aparecen lentamente con el tiempo. Muchos casos de LLC se detectan por medio de exámenes de sangre hechos en personas por otras razones o que no tienen ningún síntoma.

Los síntomas que pueden presentarse abarcan:

  • Hematomas anormales (ocurre en las últimas etapas de la enfermedad)
  • Inflamación de los ganglios linfáticos, el hígado o el bazo
  • Sudoración excesiva, sudores fríos
  • Fatiga
  • Fiebre
  • Infecciones que siguen reapareciendo (recurrentes)
  • Inapetencia o sentir llenura con demasiada rapidez (saciedad temprana)
  • Pérdida de peso involuntaria.

Por mayor información sobre este tratamiento consulte a su médico tratante.

Fuente: Medline

Normativa de tratamiento de LLC

El FNR cubre el tratamiento de la leucemia linfoide crónica en debut y en recaída con los medicamentos Rituximab, Bendamustina e Ibrutinib exclusivamente para las indicaciones que se detallan en la normativa correspondiente.

Asimismo, la financiación se realizará teniendo en cuenta otros criterios de exclusión e inclusión a los que puede acceder en forma detallada en la normativa.

Riesgos del tratamiento propuesto para la LLC

En el transcurso del tratamiento con Rituximab pueden presentarse, según la literatura médica, los siguientes eventos adversos:

  • Más frecuentemente: edema periférico, hipertensión arterial, fiebre, fatiga, resfriado, dolor de cabeza, insomnio, dolor, enrojecimiento de la piel, grades, prurito, angioedema, náuseas, diarrea, dolor abdominal, aumento de peso, anemia, disminución de glóbulos blancos y plaquetas en sangre, aumento de enzimas hepáticas, neuropatía, debilidad,  espasmos musculares, dolores articulares, tos, rinitis, sangrado por la nariz, reacciones relacionadas con la infusión.
  • Menos frecuentemente: hipotensión, rubor, mareos, ansiedad, migraña, urticaria, aumento de la glucosa en sangre, vómitos, dispepsia, dolor de espalda, dolor muscular, falta de aire, broncoespasmo, infecciones respiratorias altas, sinusitis.

La administración de Rituximab puede desencadenar reacciones serias y fatales, y reacciones severas  a nivel de piel y mucosas. Puede haber reactivación de la Hepatitis B con falla hepática o hepatitis fulminantes. Algunos pacientes pueden desarrollar una enfermedad del sistema nervioso denominada  leucoencefalopatía multifocal progresiva.

En el transcurso del tratamiento con Ibrutinib pueden presentarse, según la literatura médica, los siguientes eventos adversos:

  • Más frecuentemente: edema periférico, aumento de la presión arterial, fatiga, mareos, dolor de cabeza, ansiedad, escalofríos,  erupción en la piel, infección de piel, picazón, aumento del ácido úrico, disminución de niveles de albumina y de calcio en sangre, deshidratación, diarrea, náuseas, estreñimiento, dolor abdominal, vómitos, disminución del apetito, reflujo gastroesofágico, infección urinaria, alteraciones de la coagulación sanguínea, alteraciones del sistema inmunológico, moretones, hemorragia, anemia, segunda neoplasia maligna (cáncer), dolor musculoesquelético, calambres musculares, dolores articulares, cansancio, síndrome del ojo seco, aumento de lagrimeo, visión borrosa, disminución de la agudeza visual, infección del tracto respiratorio superior, falta de aire, tos, sinusitis, neumonía, sangrado nasal, dolor de garganta, fiebre.
  • Menos frecuentemente: alteraciones del ritmo cardiaco, carcinoma de piel, anemia, sepsis, alteración de la función renal, cirrosis hepática, insuficiencia hepática, alteraciones de las uñas, neumonía por neumocistosis jirovecii, leucoencefalopatía multifocal progresiva, reactivación del VHB, síndrome de insuficiencia renal, síndrome de Stevens-Johnson, síndrome de lisis tumoral, urticaria.

En el transcurso del tratamiento con Bendamustina pueden presentarse, según la literatura médica, los siguientes eventos adversos:

  • Más frecuentemente: edema periférico, fatiga, dolor de cabeza, mareos, escalofríos, insomnio, erupción cutánea, pérdida de peso, deshidratación, náuseas, vómitos, diarrea,  estreñimiento, anorexia, estomatitis, dolor abdominal, disminución del apetito, dispepsia, disminución de los glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas en la sangre,  aumento de la bilirrubina, dolor de espalda, debilidad, tos, disnea, fiebre.
  • Menos frecuentemente: taquicardia, dolor torácico, descenso de la presión arterial o exacerbación de la hipertensión. Ansiedad, depresión, dolor, prurito, aumento de la sudoración,  sudores nocturnos, sequedad de la piel. Disminución del potasio, sodio y calcio en la sangre, aumento del ácido úrico, aumento de la glucosa. Puede presentarse también enfermedad por reflujo gastroesofágico, sequedad de boca, sabor rancio o metálico en la boca, infección por el hongo Cándida en la boca, distensión y dolor abdominal, infección urinaria, aumento de algunas enzimas hepáticas en la sangre. Infecciones por virus del herpes y otras infecciones como ser respiratorias, faringitis, pulmonares, en la nariz.. A nivel de la zona de infusión y del catéter de administración puede presentarse dolor. Dolores en las articulaciones y en las extremidades, brazos y piernas. Alteración de la función del riñón con aumento de la creatinina en la sangre.

Cada paciente es único, por lo que es esencial consultar y discutir los riesgos y beneficios del tratamiento específicamente con el/la médico/a especialista en esta enfermedad.